lunes, 30 de noviembre de 2009

Los `60 y la actualidad en papel...

Por Duarte Damián y Segura Gonzalo //   


En el siguiente análisis se intentara exponer los rasgos más sobresalientes y que han sido modificados por la revista Gente a lo largo de las cinco décadas recortadas. Además se contextualizara acerca de la situación política y social vigente en aquellos años con el fin de ayudar a comprender acerca de cuales eran los motivos y de que manera influía el contexto a la hora de desarrollar los contenidos.


El diseño de tapa muestra a un Vittorio de Sicca conversando con Víctor Sueiro. La instantánea parece no haber sido advertida, hasta Sueiro aparece de espaldas. Una técnica que no existe más.

Gente y la actualidad se titulaba la revista hacia el año 1967, y de eso se trataba más que de otra cosa, actualidad política, deportiva, de espectáculos; en su gran mayoría, del ámbito local, o personajes argentinos que viajaban al exterior.

A través de sus 50 páginas, cumplía el rol de ser un verdadero magazine, no en el significado literal de la palabra, sino en esa capacidad de abarcar un amplio rango de asuntos en forma acotada, y darle más espacio a los hechos más relevantes. El target era, sin duda, masivo.

La redacción era cuidada, preparada para brindar información muy extensa y de rigurosidad periodística. Si bien las fotos ocupan un alto porcentaje del cuerpo de las páginas, el balance es mayor que en años posteriores, sirven de real back up al contenido de la noticia, y apuntan a hechos concretos, a retratar la realidad en cuestión, no abundan las poses o modelos.

Los periodistas de renombre que trabajaban en esa época son: Víctor Sueiro, Enrique Walker, Joaquín Gómez Bas. Salvo las 2 notas principales de la edición, ninguna otra lleva la firma del periodista.

Los principales temas, en el ámbito deportivo, son: la vida de boxeadores, repaso de alguna pelea, Ringo Bonavena o Nicolino Locche. Encontramos también alta cobertura sobre visitas de mandatarios: en este número, Nixon, y “los herederos del imperio japonés” artículos; como así también del Papa Paulo y todo lo que ocurrió en su visita a Fátima. Esta última es la nota de mayor extensión, marcando una fuerte tendencia en los valores que pregonaba la revista, en consonancia con la mentalidad cristiana y conservadora que se intentaba promover en la sociedad.

También encontramos artículos del tipo “sepa si es un probable suicida” con fotos ciertamente perturbadoras, pero que apuntalan la idea inicial.

Son pocas las páginas que tienen color: 2 de espectáculos, 2 de moda, tapa y contratapa, esta última, con publicidad. En total, 6.

El humor se encargaba de darle duro a la situación económica. De la pluma y lápices de Landrú, los personajes se preguntan qué pasará con el peso, cuanto subirá o bajará en los próximos días, cuál será el nombre de la próxima moneda.

Las publicidades están claramente orientadas a las mujeres, amas de casa, las que más consumían en la época. Para ellas, colonias, colorantes, máquinas para tejer; en el caso de los hombres, Uvasal, fijador Palmet, concesionarias de autos. Son sólo 7 las páginas enteramente publicitarias.

Hay lugar en la publicación para el Correo de lectores, con la opinión de 7 de ellos.

Lo “farandulesco” de esta edición hace referencia a reuniones sociales con monseñores, políticos, artistas y modelos, en menor medida. Ocupa apenas 4 páginas.

Hay una página dedicada a una acotada guía de cine, con dos críticas, otra que publica un cuadro de doble entrada que detalla problemas en la ciudad o quejas de la gente y, al final, sección de negocios, con un escueto repaso de algunas transacciones empresariales o novedades de ese tipo. No lleva soporte fotográfico.

El dato destacado: en el cuerpo de la página 7 se le advierte al lector que el anuncio de tapa de la entrevista a Efrem Zimbalist, no fue publicado debido a grandes cantidades de material que creyeron más relevante, y que, como ya se habían impreso las tapas, no se pudo quitar de la publicación el anuncio en cuestión. Algo impensado para nuestra época, antes se confiaba en la buena predisposición del lector y hasta marca una tendencia: publicado en un pequeño recuadro, nos hace creer que el que compraba la revista, la leía íntegra, cosa que ahora difícilmente se da. Se compra por una o 2 notas, el resto, se ignora.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Sras. y Sres. Lectores:

Pido disculpas por la demora de las siguientes partes del análisis sobre la escritura ya que, debido a problemas personales, no tuve tiempo de ocuparme. Espero sepan entender.
A continuacion se publicarán las partes dos y tres.

Click acá para ir a la parte 1.

O acá para la parte 2 y 3.


También quería avisar que la proxima semana estaré publicando otro informe, esta vez, sobre las modificaciones de la revista Gente a lo largo de los años, desde la década del `60 hasta la actualidad, tomando un ejemplar por período, donde además será analizado el contexto con el fin de explicar y asimilar los cambios ocurridos.
Desde ya muchas gracias y espero sus comentarios.

Análisis sobre la escritura (segunda y tercer entrega)

Por Damián Duarte //   

¿Homo, homini lupus…


Como se ha nombrado anteriormente, los autores mencionados realizaron sus estudios en distintos contextos y basándose en diferentes métodos de investigación. Claude Lévi – Strauss, antropólogo francés, publicó en 1955 Tristes Trópicos donde, luego de compartir ciertas experiencias con la tribu de los nambiquara, establece la estrecha relación entre la escritura y la autoridad o el poder. El francés interpreta a la primera como un férreo instrumento de dominación utilizado por los líderes con el fin de ejercer y afianzar su dominio sobre sus súbditos. Tal como lo presenta Calvet, se improvisa una clara analogía con la teoría marxista y el materialismo dialéctico acerca de la explotación del hombre por el hombre cuya base es la escritura.

En su texto “Lección de escritura”, el antropólogo ejecuta una análisis sobre los progresos de la humanidad en relación a la escritura y descubre que esta última no intervino de ninguna manera en el desarrollo de las personas y fundamenta esta opinión remitiéndose al neolítico donde las incipientes civilizaciones efectuaron un gran avance sin la ayuda de la escritura, la cual si poseían sociedades históricas de Occidente y sin embargo su progreso no fue tan notorio. Otro punto clave en la reflexión de Lévi - Strauss es la llamada integración. El autor introduce este término basándose en que el único avance que acompaño la escritura fue el de la creación de ciudades e imperios, lo cual llevó a los hombres a integrarse en estos nuevos sistemas de organización política, asignándoles una jerarquía de clases y castas.

Toda esta interpretación de se emparenta muy estrechamente con lo planteado por Roland Barthes, quien afirma que la escritura tiene “una virtud calificadora”, y ha favorecido la separación de la brecha entre las clases, antiguamente, a los ilustrados de quienes no lo eran, generando así, una grave diferenciación entre los seres humanos.

El antropólogo desecha la posibilidad de interpretación de la escritura como un beneficio intelectual y le adjudica la proliferación de la esclavitud debido al fomento de la explotación del hombre. Desde este punto de vista, el autor se contrapone a lo planteado en nuestra hipótesis en la que le asignamos a la escritura un carácter “libertario”.



…o mecanismo de liberación?

Jack Goody, dentro del mismo campo científico que Lévi – Strauss, le otorga un nuevo enfoque a la escritura y se contrapone a su colega en su concepción. El antropólogo y sociólogo con estudios en distintas tribus de África la interpreta como una herramienta de transmisión cultural que permite el desarrollo intelectual de los seres humanos. Gracias al poder de registro que tiene este instrumento permite, tal como lo establece el autor, “una transmisión no genética de generación en generación”, brindándole a las personas la posibilidad de acumulación y conservación de información.

En el caso del británico, el punto clave de su pensamiento es la ampliación de conocimiento que permite la escritura gracias al registro que esta otorga, logrando un ordenamiento del aparato burocrático, favoreciendo la comunicación de forma impersonal y realiza su argumentación comparando con sociedades orales. El análisis central en el que se puede establecer claramente la diferencia con Lévi – Strauss es la ya nombrada transmisión cultural y acumulación de conocimiento, que permite un mayor desarrollo intelectual y, consecuentemente el progreso humano. Una idea interesante de Goody y que se emparenta en cierto sentido con lo planteado por Lévi – Strauss, es acerca de que la escritura acompaño la formación de sociedades y comunidades urbanas, pero Goody se distingue agregando que esto fue posible gracias a una demanda de organización de las nacientes urbes.

En lo concerniente a Calvet, mencionado algunos párrafos atrás, podemos observar como en La tradition orale realiza una fuerte crítica al planteo de Lévi – Strauss refutando todo aquello acerca de la dominación y el poder. La mirada sociolingüística de Calvet nos presenta una idea similar a la de Goody, y aduce que la escritura, como resultado de una maduración social y de técnicas de registro, nace gracias a que “se tiene algo para anotar”. Este autor es el que más radicalmente se opone a Lévi – Strauss, aunque en cierto pasaje le concede el hecho que la aparición de la escritura trajo arraigado algunos problemas y que es una forma de poder, la oposición yace en la “confusión” que sufre el antropólogo entre ley y opresión. La escritura y el poder del que habla Calvet, es un poder intelectual, y no opresor, ya que nació en los altos niveles jerárquicos para luego extenderse a la población. Con esto no intenta decirse que las clases altas tenían una mayor capacidad intelectual o control sobre el resto de los ciudadanos, sino que la escritura nace en ese entorno debido a sus necesidades de registro y organización.



Arma de liberación masiva

Como se ha mencionado en la hipótesis, el fin de este trabajo será exponer como la escritura forma parte de un proceso de liberación de ser humano y como ésta acompaño el progreso de las civilizaciones. Tal como se ha nombrado y evidenciado, la creación de un sistema de registro de tiempo indefinido para los seres humanos, ha permitido partir de una plataforma de investigaciones ya realizadas y que, en algunos casos han quedado inconclusas. Esto ha beneficiado a generaciones posteriores para continuar con los estudios, además de proveer un método de organización facilitándole las tareas al hombre en pos del desarrollo. Con respecto al progreso intelectual, esta herramienta ha favorecido su avance en el hecho de que permitió una comunicación impersonal y, por lo tanto, el conocimiento de otras opiniones, ideas y conceptos, logrando ampliar el campo del juicio, la sensatez, la inteligencia, la razón, la erudición, la competencia, la ciencia y el saber.



Consideraciones relativas

La escritura es y fue víctima de las innumerables dicotomías de las que está plagado el mundo y los fundamentos de los teóricos poseen igual validez en ambas posturas. La idea vinculada con la dominación resulta muy loable ya que, a lo largo de la historia, la lucha de clases presentada por la teoría marxista , ha buscado la forma para distinguir unos de otros, en este caso, quienes poseían la escritura de quienes no, lo cual al considerarse un elemento de poder termina por emparentarse con la postura opuesta, ya que el hecho de ejercer un dominio sobre otros seres indica una supremacía arraigada a un progreso, el de haber desarrollado un mecanismo o instrumento que logre hacerlos “superior”. En las antípodas, tenemos a quienes se apoyan en la idea de la escritura como símbolo del desarrollo humano. Esta postura centra su análisis en los resultados y consecuencias luego de la aparición del instrumento, y si bien resultaría necio negar los problemas que ha contraído su aparición, reafirman continuamente y con veraces datos que la escritura ha sido la base del avance intelectual de los hombres, pero esta teoría posee un punto olvidado por los autores, la creación de un sistema de registro, conservación y acumulación de datos implica como condición sine qua non una formidable actividad intelectual de las personas mentoras, lo cual deja ver que no todo progreso fue fomentado por la escritura.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Análisis sobre la escritura (Primera Entrega)

Por Damian Duarte //

La bipolaridad de la escritura


      En la siguiente monografía se intentará exponer y analizar como la escritura ha sido utilizada por distintas civilizaciones como método de liberación y, por lo tanto, ha servido como desarrollo y progreso de las personas gracias a su capacidad de brindarle al ser humano un método de organización y conservación de datos, lo cual permitió y permite a generaciones posteriores partir de una base de información pasada y así continuar las investigaciones o el progreso de determinado tema, en contraposición a la idea acerca de una herramienta de dominación.

      El estudio se llevará a cabo mediante la indagación en textos de diferentes autores que alguna vez basaron sus investigaciones en torno a la escritura, se expondrán las ideas principales de los teóricos y los argumentos que sostienen sus posturas.

      El análisis se encarará de distintas perspectivas con el fin de obtener un variado campo argumentativo, a saber: perspectiva antropológica (Lévi – Strauss y Jack Goody), perspectiva semiológica (Roland Barthes) y perspectiva sociolingüística (Jean - Louis Calvet). La validez de la opinión de los nombrados autores radica en sus estudios realizados acerca de la influencia de la escritura en distintas civilizaciones y sus efectos. Tampoco se puede dejar de mencionar el contexto y la época en la cual fueron publicados los textos, ya que Lévi – Strauss divulgó su Tristes Trópicos en la década del cincuenta, Calvet en 1984 con La tradition orale y Goody por su parte, lo realizó en 1992 con su artículo “Alfabetos y escritura”.

      En el desarrollo del trabajo se detallarán los aportes pertinentes de cada autor y se mencionaran las desavenencias con el resto de los escritores. Se identificará y caracterizará de manera sintética y descriptiva los rasgos que apliquen a la hipótesis planteada formando un fundamento sustentable para reafirmar las suposiciones, acerca de cómo la escritura ha acompañado el progreso de la humanidad y por ende su liberación.

      En la primera parte se describirán las ideas principales de los autores que refutan nuestra hipótesis, para luego continuar con quienes adhieren a la relación escritura – libertad, de la cual será extraída la conclusión.

 
*En los próximos días se realizarán las siguientes entregas.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Los límites de la libertad


Por Damiám Duarte //

El periodismo desarrolló, desde sus inicios, una serie de tácticas orientadas a la búsqueda de información, cayendo así en una especie de alquimia de la verdad. La intromisión de los comunicadores ha generado una cierta contrariedad en las personas investigadas en asuntos un tanto confusos, logrando delinear un estereotipo de los periodistas muy similar al de la piedra en un zapato, dando lugar a una prejuiciosa evasión de estos sujetos.


La opinión pública se ha visto conmovida a lo largo de la historia con casos de reporteros desaparecidos, perseguidos, asesinados o presionados por organizaciones poderosas, ávidas de ocultar información y mantenerla en lo más profundo de las tinieblas.

Ya sea de radio, televisión, o medios gráficos, los cronistas han sido sometidos, en varios casos, a los intereses de las corporaciones a las que pertenecen, limitando su opinión o seleccionando la información en pos de la preservación de su trabajo.

La vinculación del poder con las grandes cadenas mediáticas, ha resultado un impedimento para aquellos periodistas que, de alguna manera, tratan de acercarse lo más posible a la objetividad y, estos negociados o relaciones, los obligan a limitar o seleccionar la información.

Según los manuales, el periodismo debe de ser objetivo y evitar la opinión. Desde el ego cartesiano, la humanidad ha ido forjando un fundamento para demostrar que dicha objetividad resulta casi imposible, debido a que siempre logra colarse, ya sea en el más mínimo detalle, algún halo de subjetividad a la hora de elegir el estilo de léxico utilizado, o en la información a brindar. Siguiendo con la línea filosófica, podemos desechar la premisa platónica acerca de la verdad absoluta, ya que, según lo planteado anteriormente, aquel ideal sería imposible de alcanzar gracias a las “múltiples verdades existentes”, es decir, pura relatividad.

Es de amplio conocimiento que, en la actualidad, muchos de los respetados periodistas han hecho abuso de su reputación y han derivado en “opinólogos” capaces de criticar cualquier maniobra política, de espectáculos o alguna acción de una persona pública, convirtiéndose en jueces y dueños de la verdad, la ética y la moral.

Los riesgos antes nombrados que corren los comunicadores se pueden observar en distintas partes del mundo. Así, México registra el número más alto de periodistas desaparecidos en América Latina liderando la lista junto a Colombia, en ambos casos el narcotráfico resulta ser el negocio de mayor presión hacia estas personas y el responsable de los actos de violencia. Pero este no es el único motivo. El terrorismo de estado y las dictaduras han logrado ingeniárselas para ejercer un fuerte control en cuestiones mediáticas y de información durante sus mandatos. Un claro ejemplo es el de Rodolfo Walsh, desaparecido en 1977 al día siguiente de haber enviado para su publicación la “Carta abierta a la Junta militar”, tras haber sido perseguido por las fuerzas armadas en respuesta a sus entrometidas divulgaciones acerca de los negociados y delitos del poder.

Según el sitio rsf.org (Reporteros Sin Fronteras), la zona de oriente medio resulta ser una de las más peligrosas para ejercer la profesión debido al incesante control y rastreo ejecutado por los grupos armados y los gobiernos. Por el contrario, en Argentina, la página califica como satisfactoria la situación a pesar de los acosos y amenazas en algunas zonas del noroeste del país hacia los medios locales, presiones enviadas por funcionarios del gobierno en desacuerdo con las investigaciones y con la decisión de los directores de no rendir pleitesía en sus opiniones.

Un caso reciente es el de Radio Activa en El Bolsón (Río Negro), que recibió como represalia el incendio del edificio radial tras brindarle un espacio al presidente del aeroclub, quien se oponía al cierre del aeropuerto local además de realizar una denuncia contra los negociados del intendente. Estos casos son claros ejemplos de que el poder se encuentra, en la mayoría de los casos, interviniendo los caminos de la información.

El periodista, como comunicador y formador de opinión, debe regirse a lo largo de su carrera por una serie de valores éticos y morales en busca de la verdad, la cual se debe alcanzar a como dé lugar. Pero también es cierto que en investigaciones comprometidas o de riesgo, existe un summum que no se puede superar, éstas son ocasiones donde la vida de terceros corre peligro o, en varias oportunidades, la vida misma. En estos casos los investigadores deben elegir entre abandonar el proyecto y sumirse al poder o continuar adelante y hacer frente a las consecuencias.

La devoción del cronista por representar la realidad lo lleva, dependiendo de las circunstancias, a tener que falsear su identidad o propinar alguna mentira para así extraer un testimonio útil para su relato. La visión más romántica del periodismo es aquella en la que el comunicador se somete a toda clase de peligros y riesgos para desenmarañar los entramados negocios de la corrupción o llegar lo más cerca posible a la verdad sobre de un hecho, convirtiéndose en el héroe de la historia. La óptica más realista, en cambio, presenta situaciones no tan ideales, con redactores que son sojuzgados por organismos de poder o por escalafones más altos, viéndose obligados a distorsionar su opinión o limitar la información según la ideología del medio – empresa al cual pertenecen.

La proliferación de los periodistas en las últimas décadas ha generado una multiplicidad de opiniones y métodos de adquirir datos, pero también se ha formado en torno a ésta una falsa imagen acerca de quienes intentan representar la realidad logrando un concepto un tanto bastardeado de la profesión. Si bien el campo de la información es infinitamente amplio y debería llegar a todos los ciudadanos, al estar involucrada gente poderosa en asuntos turbios -por así llamarlos-, los periodistas, transmisores y vehículos de dicha información, ven continuamente una demarcación en sus propósitos, ya sea por persuasiones psicológicas o físicas, obligándolos a mostrar siempre sólo una cara de la moneda.

Dentro de la sociedad, los periodistas suelen cumplir varios roles, entre ellos los de comunicadores y formadores de opinión, nombrados anteriormente. La verdad acerca de la profesión también posee dos caras completamente válidas. Por una parte, los periodistas se ven muchas veces sometidos a presiones o riesgos en los que a veces se ve involucrada su familia o personas cercanas, llevándolos al límite a elegir entre éstas o la profesión. El otro lado de la cuestión es el arma de doble filo que resultan ser las funciones sociales antes mencionadas, ya que un periodista, como comunicador debe optar muy cuidadosamente la información a brindar, debido a que la sociedad recibe los datos de una persona que creen capaz e idónea para tal función. También es cierto que los encargados de informar “objetivamente” pueden manipular, tergiversar o alterar los datos a fin de perjudicar a un gobierno, una figura pública o algún organismo.

Para finalizar, y a modo de conclusión, podemos deducir que los comunicadores tienen como límite -en varios casos- el peligro trasladado a su familia, siendo que ésta no es responsable de sus actos pero si objetivo de quienes se ven desenmascarados, aunque también son conocidos los casos de periodistas que decidieron seguir adelante con las investigaciones obteniendo en la mayoría de las oportunidades, un final fatal.


domingo, 15 de noviembre de 2009

Reflexión al paso...

Por Damián Duarte //


Desde hace varias décadas, los medios han ido afianzando sus relaciones con el poder generando una lucha de intereses y utilizando a la sociedad como campo de batalla.

Bajo la excusa de un fiel reflejo de la realidad, algunos sectores mediáticos han adoptado métodos de brindar información un tanto tendenciosos con el fin de construir una realidad acorde a sus intereses.

Así, durante la guerra de Malvinas, el gobierno militar se escudaba de su crisis bajo rimbombantes titulares que afirmaban nuestra victoria.

Durante la década del ’90, las promesas del nuevo caudillo nos transportaban sin escala al primer mundo y los medios, lejos de ejercer alguna reflexión crítica acerca del nuevo modelo, mantenían su obsecuencia en virtud de sus negociados con el poder.

En la actualidad, temas como la inseguridad o la crisis económica parecen ser el caballito de batalla de la agenda mediática.

Tal como ocurrió con la Gripe A, donde los argentinos nos encontrábamos acorralados por un virus que amenazaba con extinguir la especie, en las ultimas semanas la inseguridad ha resurgido para obligar a los ciudadanos a encerrarse en sus casas al resguardo del monstruo de la criminalidad, fomentando el nuevo deporte basado en consumir basura televisiva, basura que se sirve de los cerebros agotados y listos para ser absorbidos por programas como “el musical de tus sueños” o cosas por el estilo.

Parece ser más fácil y resulta irrisorio darles micrófonos a las celebridades y que propongan cosas como la pena de muerte o bajar la edad de imputabilidad, alejándonos lo mas posible de ejercer análisis sobre cuales son las causas de esta situación, como por ejemplo la continua y creciente diferencias entre las clases, las elementales fallas en la educación o los distintos problemas sociales que nos han llevado a este abismo.

El poder mediático ha resultado tener más responsabilidad de la esperada acerca de la paranoia social que domina la actualidad incrementando la influencia sobre las ya nombradas “mentes agotadas” y dando lugar a la reflexión final acerca de que los medios, es el opio de los pueblos.

"Éstos son mis principios; si no le gustan, tengo otros..." G.M.

domingo, 8 de noviembre de 2009

El sacrilegio americano...

Por Damian Duarte //

Periodista, escritor, irreverente y osado. La vida de un intrépido crítico de la realidad que le tocó vivir.


Corría el año 1923, la Gran guerra había quedado atrás, pero el mundo aún intentaba recuperarse de los despojos del conflicto. En Estados Unidos, más precisamente en New Jersey, nacía uno de los más grandes exponentes de la literatura universal, Norman Mailer. Criado en Brooklin, en el seno de una familia judía, luego de graduado cursó sus estudios en Harvard y más tarde realizó un breve paso por la Sorbona de Paris. Sirvió en la Armada Norteamericana durante la Segunda Guerra Mundial alrededor del año 1944, lo cual dió origen en 1948 a Los desnudos y los muertos, de gran éxito con una ácida crítica al autoritarismo antidemocrático.

Creador de un atrevido lenguaje, tuvo desde muy joven una gran vinculación con el periodismo y, a finales de los ’50, realizó una mediática cruzada en apoyo del demócrata John F. Kennedy. Sus obras recorren desde biografías y ensayos hasta variadas novelas, pasando por un cuento. Pero, quizá, de lo que menos hablaré es de sus obras. Si bien no fue dueño de una vida excéntrica, con el pasar del tiempo cultivó una imagen de lo más irreverente ante la impostura norteamericana de aquellos años. Siempre crítico (nunca críptico) y polémico, fumaba marihuana y bebía, se casó varias veces y en cierta ocasión apuñaló a su segunda esposa, víctima de sus excesos de alcohol.

El incidente con su mujer fue uno de los puntos en contra a la hora de postularse para alcalde de Nueva York. Amante del boxeo, machista y controvertido, quemó las hojas del “manual del periodismo”, haciendo uso de su gran capacidad narrativa y su estilo un tanto ácido, formuló fuertes invectivas contra la liberación de la mujer y protagonizó públicos enfrentamientos con Gore Vidal, y la Asociación de Jóvenes Mujeres Hebreas, este último por leer poemas obscenos.

Gracias a la novela citada anteriormente, Mailer consiguió insertarse en la contracultura de la época, se vinculó con primeros movimientos hippies y con los llamados “Beats”. Arraigado antibelicista, ganó el premio Pullitzer en 1968 y en 1980 gracias a sus trabajos Los ejércitos de la noche y El canto del verdugo, respectivamente.

Padre de nueve hijos y director de varias películas que pasaron desapercibida, fue un proclamado anti-bush y opositor a la Guerra de Vietnam.

Murió a los 84 años a causa de fallas renales.

Es insuficiente lo que se pueda escribir sobre este gran literario. Realmente lo es. Protagonista de una historia llena de vaivenes hizo de su actitud y de su personalidad su caballito de batalla, ya sea dentro del periodismo, de la literatura o de la vida misma.

jueves, 5 de noviembre de 2009

El juego continúa...

Por Damián Duarte //

Julio Cortázar, escritor de lo más actual. Eterno. Permanentemente redescubierto por nuevas generaciones, autobiográfico y protagonista de una vida literaria.


                                                                                                             “Los libros van siendo el único
lugar de la casa donde todavía
se puede estar tranquilo”.

Julio Cortázar.-



Bajo la ocupación de los germanos en 1914, nace en Bruselas Julio Florencio Cortázar. Producto del “turismo y la diplomacia”, como diría años mas tarde, el hijo de Julio Cortázar y Maria Descotte fue desde muy pequeño un vivaz interesado y practicante de la literatura.

Cerca del año 1918, luego de un paso por Suiza, él y su familia se instalan en el suburbano Banfield. Desinteresado por su figura paterna, que había abandonado a su madre, a su hermano y a él, Julio inicia a los nueve años su carrera literaria, con una serie de poemas de su autoría. Entre diversas enfermedades, asma y primeros amores, cursa alrededor de 1928 sus estudios en el Colegio Mariano Acosta, donde se recibió de maestro normal. Luego de mucho sacrificio obtiene el titulo de profesor normal en Letras e ingresa a la facultad de Filosofía y Letras, la cual debe abandonar por sus escasos recursos.

Con el pasar de los años, y luego de haber sido designado en el Colegio Nacional de Bolivar, realiza su primera publicación de poemas, Presencia, bajo el seudónimo de Julio Denis. Luego de un paso por Mendoza, donde brindó cursos de Literatura Francesa, publicó su primer volumen de cuentos llamado La otra orilla, también bajo su alter ego.

El 1946 publica Casa tomada en la revista Los anales de Buenos Aires, dirigida por Jorge Luis Borges, y dos años mas tarde divulga Bestiario en el mismo lugar al igual que Cirse (1948).

Traductor publico de inglés y francés, y ya bajo su nombre real, dió origen a Los reyes, aunque fue ignorado por la crítica. En 1951 publica su libro de cuentos Bestiario, viaja a Paris y se convierte en traductor de la UNESCO. Años más tarde harían su aparición cuentos como en Axolotl (1952), La puerta condenada y Torito (1954). Después de casarse con la traductora Aurora Bernárdez viaja a Italia y se dedica a traducir los cuentos de Edgar Allan Poe.

En 1956 publica en México el libro Final del Juego, donde aparece el autobiográfico cuento Los venenos, y tres años más tarde hace su aparición Las armas secretas, con el cuento lar El perseguidor. Con el pasar del tiempo, la escritura de Cortázar se colora con un tinte existencialista el cual se puede observar en Los premios y en Rayuela.

Entre sus obras más exponenciales encontramos a La vuelta al día en ochenta mundos (1967), 62, modelo para armar (1968), Ultimo round (1968), Libro de Manuel (1973), Octaedro (1974), Los autonautas de cosmopista (1983) y Salvo el crepúsculo (1984).

Muere el 12 de febrero de 1984, meses después de volver a la Argentina.

Recientemente la editorial Alfaguara lanzó Papeles inesperados, un libro con escritos inéditos del autor.