jueves, 5 de noviembre de 2009

El juego continúa...

Por Damián Duarte //

Julio Cortázar, escritor de lo más actual. Eterno. Permanentemente redescubierto por nuevas generaciones, autobiográfico y protagonista de una vida literaria.


                                                                                                             “Los libros van siendo el único
lugar de la casa donde todavía
se puede estar tranquilo”.

Julio Cortázar.-



Bajo la ocupación de los germanos en 1914, nace en Bruselas Julio Florencio Cortázar. Producto del “turismo y la diplomacia”, como diría años mas tarde, el hijo de Julio Cortázar y Maria Descotte fue desde muy pequeño un vivaz interesado y practicante de la literatura.

Cerca del año 1918, luego de un paso por Suiza, él y su familia se instalan en el suburbano Banfield. Desinteresado por su figura paterna, que había abandonado a su madre, a su hermano y a él, Julio inicia a los nueve años su carrera literaria, con una serie de poemas de su autoría. Entre diversas enfermedades, asma y primeros amores, cursa alrededor de 1928 sus estudios en el Colegio Mariano Acosta, donde se recibió de maestro normal. Luego de mucho sacrificio obtiene el titulo de profesor normal en Letras e ingresa a la facultad de Filosofía y Letras, la cual debe abandonar por sus escasos recursos.

Con el pasar de los años, y luego de haber sido designado en el Colegio Nacional de Bolivar, realiza su primera publicación de poemas, Presencia, bajo el seudónimo de Julio Denis. Luego de un paso por Mendoza, donde brindó cursos de Literatura Francesa, publicó su primer volumen de cuentos llamado La otra orilla, también bajo su alter ego.

El 1946 publica Casa tomada en la revista Los anales de Buenos Aires, dirigida por Jorge Luis Borges, y dos años mas tarde divulga Bestiario en el mismo lugar al igual que Cirse (1948).

Traductor publico de inglés y francés, y ya bajo su nombre real, dió origen a Los reyes, aunque fue ignorado por la crítica. En 1951 publica su libro de cuentos Bestiario, viaja a Paris y se convierte en traductor de la UNESCO. Años más tarde harían su aparición cuentos como en Axolotl (1952), La puerta condenada y Torito (1954). Después de casarse con la traductora Aurora Bernárdez viaja a Italia y se dedica a traducir los cuentos de Edgar Allan Poe.

En 1956 publica en México el libro Final del Juego, donde aparece el autobiográfico cuento Los venenos, y tres años más tarde hace su aparición Las armas secretas, con el cuento lar El perseguidor. Con el pasar del tiempo, la escritura de Cortázar se colora con un tinte existencialista el cual se puede observar en Los premios y en Rayuela.

Entre sus obras más exponenciales encontramos a La vuelta al día en ochenta mundos (1967), 62, modelo para armar (1968), Ultimo round (1968), Libro de Manuel (1973), Octaedro (1974), Los autonautas de cosmopista (1983) y Salvo el crepúsculo (1984).

Muere el 12 de febrero de 1984, meses después de volver a la Argentina.

Recientemente la editorial Alfaguara lanzó Papeles inesperados, un libro con escritos inéditos del autor.

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