miércoles, 17 de marzo de 2010

Dios nos libre y guarde

Por Damián Duarte //

En un ávido interés por fiscalizar la Nación, la iglesia ha vuelto a hacer su aparición invitando tanto al Gobierno como a la oposición a “crear condiciones de convivencia cada vez más armónicas”. La propuesta encabezada por el cardenal Jorge Bergoglio, se está llevando a cabo mediante la entrega de una serie de documentos cuyos destinatarios son el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, Cristina Fernández y Julio Cobos. Según la cúpula episcopal, el motivo de esta intervención se apoya en la idea de crear condiciones de convivencia “más armónicas”.


Veamos un poco que se esconde detrás de estas intenciones pacifistas. Haciendo un poco de memoria, a principios del año pasado, la iglesia, intentaba llamar al dialogo por un vía similar y criticaba las primacía de “los intereses particulares por sobre los del bien común”, tiempo después, y en un tono de solapado golpismo, las santas voces aparecían en distintos medios sumándose en la cruzada contra la inseguridad y la pobreza. En otra ocasión, emitieron sus respectivos ataques al INADI, y cierta vez se los pudo ver a Bergoglio y al Rabino Bergman saludándose amablemente y subiendo cada vez más el tono ante un común pedido de “igualdad social”.

Si nos vamos algunas décadas más atrás, en años de la última dictadura militar, notaremos que la iglesia tuvo una participación un tanto dudosa. En el libro El silencio, de Horacio Verbitsky, la profunda investigación realizada por el periodista arroja datos acerca de la vinculación de Bergoglio con una organización nazi-fascista conocida como Guardia de Hierro y con fuertes vinculaciones con Massera. Este dato pone blanco sobre negro con respecto a la actitud recientemente tomada., sumado al que la iglesia católica ayudo a Von Wernich a escapar a Chile donde, luego de ser reubicado y de haberse comprobado su culpabilidad de justificar torturas y asesinatos, continuó recibiendo el apoyo episcopal.
Por otra parte, es digno de mencionar la inoperancia eclesiástica frente a los innumerables casos de abuso que han sido mediatizados y los que no, tapándose entre si sus propias miserias.

Durante el menemismo, la institución se vió fuertemente relacionada con el caudillo riojano, que decidió no seguir el accionar de su líder quien había establecido una fuerte división entre la iglesia y el gobierno. En aquellos años, la actividad eclesiástica intervino más de una vez en cuestiones políticas y gubernamentales, como, por ejemplo, la posición antiabortista que mantenía el país.

Parece ser que la pasividad y armonía que se reclama por estos días, no está predicada en el ejemplo de la iglesia, como se pudo ver, se le ha encontrado relaciones con los procesos mas destructivos y nefastos de la historia argentina, sin mencionar los vínculos a nivel mundial, claro que es importante distinguir entre la religión como tal y la iglesia como institución, pero al finalizar estas palabras no puedo evitar recordar a Luis Buñuel, y agradecer a Dios, por ser ateo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Los dinosaurios... ¿van a desaparecer (de una vez)?

Por Damián Duarte //


La pelea por el liderazgo del PJ parece tomar un color magmático con la inclusión de Eduardo Duhalde en la escena política. Luego de algunos años tras bambalinas, el paladín bonaerense apunta al sillón de Rivadavia y promete “echar con votos” a actual titular justicialista.


En un momento en que el kirchnerismo sale a librar batalla en varios de los frentes opositores, parece ser que el fantasma duhaldista se corporiza, aprovecha la embestida y se une al saqueo de leña del árbol caído o, por lo menos, golpeado.

Cabe destacar que el caudillo recibió días atrás, algunos elogios de parte de Mauricio Macri, en vistas de un apoyo que da lugar a las especulaciones acerca de una posible alianza.
En su acto en el teatro Lola Membrives, Duhalde acusó de “traidor y cobarde” a Néstor Kirchner, olvidando quien fuera, ocho años atrás, su ficha en la política luego de anunciar su retiro de la misma al haberse tornado oscuro el panorama, tras ser acusado por movimientos piqueteros de haber ordenado la represión en Avellaneda. En aquel episodio resultaron victimas fatales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, y cuya causa el actual líder pejotista prometió investigar a fondo, esfumándose, tiempo después, en meras promesas.


Por su parte, Kirchner respondió al empuje duhaldista aduciendo que “lo van a pasar por arriba” mientras celebraba junto a su esposa, un asado con la CGT. Duhalde, que cuenta con el apoyo de Jerónimo Venegas, el titular de las 62 Organizaciones Peronistas, promete en el 2010 un país para “los que quieren a Videla, y para los que no”, declaraciones desafortunadas si las hay, en un momento clave en el proceso de reapertura de las causas por violaciones a los Derechos Humanos, ya que se une a la línea del pedido de amnistía de Diego Guelar.

El momento más tenso parece estar viviéndose dentro del aparato del PJ, ya que gran parte de los intendentes bonaerenses y del conurbano, deberán alinearse a uno u otro lado para brindar su apoyo, lo cual implicaría la soltada de mano del bando opuesto.
Nuevamente reitero lo expresado en artículos anteriores, las medidas de alianza frente a un enemigo mayor, fiel a un estilo hobbesiano, está dando lugar a la aparición de viejos figuritas que aprovechan la situación del castigado gobierno para poder meter un piecito y abrirse a codazos un lugar en la apretada y tumultuosa esfera política. La falta de enfoque y concordancia de los sectores más coherentes de la oposición, los está volviendo simples comodines en esta partida destituyente y desestabilizante que de a poco está dando lugar a la resurrección de ciertos dinosaurios que se niegan a desaparecer.

viernes, 5 de marzo de 2010

¿Y que hay de los otros?

Por Damián Duarte //

En medio de un caldeado clima político, con discursos presidenciales que irritan a cierto sector, Decretos de Necesidad y Urgencia que van y vienen, y dichos de algo así como “la dictadura kirchnerista” me veo en la obligación, tal vez moral, de improvisar un análisis sobre el arco opositor y ver quienes, en cierto modo, sonríen frente a los golpes que recibe el Gobierno.


Luego de la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso, varias posturas, en su mayoría coincidentes por conveniencia, salieron en busca de sus respectivos oídos. Para recortar un poco el espectro, tomaremos las posiciones del PRO, el sector agrario y Proyecto Sur. Si bien la intención, de este artículo no es analizar discursos y dichos, serán tomadas algunas palabras a fin de distinguir a donde apuntan sus respectivas posiciones.

Aunque el partido encargado de la gestión en la Ciudad no está en condiciones de mirar pajas en ojos ajenos, debido a que, tras las inundaciones, las oficinas del PRO se encuentran “anegadas” de reclamos, funcionarios como Felipe Solá, se han hecho de un espacio para embestir nuevamente a la Presidenta (y al kirchnerismo en su totalidad), al decir que el discurso en el Congreso fue “autorreferencial” y que “nunca jamás el gobierno de Kirchner (del cual él formó parte) movió un dedo por la seguridad y tampoco lo ha hecho la presidenta”. Tal vez en un intento de reafirmar su postura e ideología (?), o simplemente surfeando la ola de reclamos al oficialismo, Solá se inscribe las listas de la oposición por oposición y del “veletismo doctrinario” al que nos tiene acostumbrado el ambiente político de las últimas décadas, al sumarse a los reclamos viscerales que, tal como se distingue el PRO, carecen de fundamentos.

Con respecto a la posición del campo, las desmesuradas declaraciones del titular de la Federación Agraria de Entre Ríos, acerca de que el mandato de Cristina Fernández “es igual a la época en la que no funcionaba la democracia”, demuestran una clara necedad con intenciones irritables por parte del sector campestre, que busca salar las particulares heridas de este gobierno para provocar una respuesta que justifique su afirmación.

Resulta evidente que la desdibujada participación rural en los últimos meses, se debe, en principio, al decreciente brillo mediático que está teniendo el sector en su reclamo, por el cual, a través de declaraciones punzantes, intenta volver al ruedo.

Por último llega el turno de Proyecto Sur y su mayor exponente, Fernando “Pino” Solanas que, si bien forma parte de la oposición y es el tren al que se suben quienes carecen de argumentos, se separa del resto manteniendo su ideal y postura progresista. En este caso, el disentimiento con el Gobierno recae, en las últimas semanas, en la negación del partido frente a la emisión del DNU y el pago de la deuda, exigiendo una investigación de la misma por su carácter fraudulento.

Las contras de la postura adoptada por Solanas, se basan en el hecho de formar parte de la “ridícula oposición”, es decir, no por ser ridícula su postura, sino por ubicarse en la vereda de los ridículos al formar parte del sector opuesto al Gobierno.

Una frase muy interesante escuché en las últimas semanas, perteneciente a Dante Palma, se refería acerca de interpretar la política como un circulo que, de tanto irse por la izquierda, “se termina saliendo por la derecha”, tal vez no aplique exactamente en este caso, pero se espera que el reclamo genuino y la fuerza de la izquierda, no termine por dar ventaja a su agazapada antípoda.