viernes, 17 de julio de 2009

"Lo que viene son dictaduras mediaticas"


Dante Palma (31) es profesor de filosofía en la Universidad de Buenos Aires, y realiza un Doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de San Martín, eventualmente escribe para medios como lapoliticaonline.com o Miradas al Sur exponiendo una visión filosófica al mundo político actual. Nos brinda su opinión sobre la situación y la calidad de los medios en el presente y sobre su experiencia en los mismos.

Por Damián Duarte //



- Tengo entendido que escribiste en medios gráficos y en digitales ¿Qué diferencias notás a la hora de redactar para cada uno de ellos?


- En cuanto a redacción yo no le encontré formato distinto. Siempre escribí notas de opinión y de hecho hubo notas que indistintamente las mandé a un lado o a otro, o se publicaron en un lugar pero se podrían haber publicado en otro. Me acuerdo que una vez me habían hecho el señalamiento de que en medios digitales si el artículo es relativamente largo, es necesario cortar con subtítulos más de que lo que se corta en un medio escrito gráfico.



- ¿Cuáles creés que son los pro y los contra de los medios digitales?


- Dentro de los pro creo que, por un lado, abren la posibilidad de que haya una multiplicidad de medios que, en principio, teóricamente multiplicarían las voces. En cuanto a los que escribimos lo bueno es que te lee mucha gente, yo creo que obviamente la tendencia va a ser que directamente la gente lea medios digitales, los diarios de papel tendrán una tirada semanal, con notas mucho más extensas, a mí me leen mucho más por internet que en el papel. Dentro de las contras veo el tema de la impunidad del comentador. En el anonimato cualquiera te insulta y opina con un nick, cualquiera puede publicar cualquier cosa sobre vos. En eso hay un descontrol. No sé que se puede hacer con eso pero me parece que es más fácil hacer operaciones de prensa de esa manera. Tiene sus 2 costados.


- ¿Qué particularidades tiene el diario que sentís que se pierden con el medio digital?


- En parte, el ritual de sentarse a leer el diario, pero habría que ver si lo que viene es peor. Yo prefiero el diario de papel, sin embargo, también me doy cuenta que uno siempre tiene una resistencia hacia la novedad. Si antes nos sentábamos con un diario ahora nos sentaremos con la notebook en un mundo atravesado por el wi fi. Yo prefiero las medialunas con el papel, pero serán las medialunas con la notebook. En el papel hay menos confusión, además de cuestiones físicas como el mayor cansancio de la vista leyendo en una pantalla que en un papel. Generalmente los medios digitales tienen mucho incentivo visual que te distrae y creo que favorece la idea de notas mucho más cortas. La contra de un diario virtual es que ya no leemos más que títulos, ni bajadas. Aunque eso habría que tomarlo con pinzas porque, por ejemplo, si vos lees los diarios gratuitos en papel como La Razón o El Argentino, que se distribuyen en el subte o el tren, en realidad es internet, son grandes títulos y el desarrollo no tiene mayor sentido, la gente lee los títulos y eso sí me parece que es contraproducente. Al fin de cuentas perdés calidad.


- Particularmente como escritor ¿cuál preferís?


- Depende en qué medio y qué tipo de notas haga, también a veces depende de los espacios. El medio digital conspira contra la extensión. Una publicación, tal vez más académica, artículos de 20 o 25 páginas, se torna complicado leerlos en forma. A su vez, a los investigadores, internet les facilitó la vida, porque existen accesos a bibliotecas virtuales y, eventualmente, si te molesta mucho leer de la pantalla, imprimís, gastarás plata en cartuchos. Tener acceso a todas las revistas que salen, pues, que comprarlas saldría carísimo, también facilita.


- ¿Y como lector?


- Adoro la posibilidad, hasta por cuestiones económicas, de entrar en un sitio y leer cuatro o cinco diarios, diarios internacionales, ver minuto a minuto lo que va pasando. Para sentarme a leer prefiero el papel, y de hecho lo sigo comprando. Lo que viene en papel son nota cada vez menos coyunturales, de análisis u opinión, y mas extensas, el espacio de la primicia quedaría para medios virtuales.



- La brevedad de las noticias o el hecho de solo leer los títulos ¿se debe a un cambio en el tipo de lector?


- Si, también creo que se da esto de las dos caras. Te levantás a la mañana y “leés” cuatro o cinco diarios o abrís la computadora y entrás a los cuatro o cinco portales, en realidad no lees nada, lees más o menos los títulos, que a su vez son siempre los mismos.



- Trabajás desde tu casa ¿sentís una menor presión a la hora de entregar una nota?

- Aclaro que yo nunca trabajé en una redacción, supongo que debe ser una presión insoportable. Además no soy periodista entonces no trabajo con la primicia. En realidad, si bien escribo de un día para otro, al hacer una nota con cierto nivel de abstracción, tiene como excusa una coyuntura y maneja otros tiempos, probablemente una nota que yo escriba no tiene demasiado sentido que salga al otro día, podría salir en dos días, en una semana o en quince días, y sería mas o menos lo mismo.


- Escribís notas de análisis u opinión ¿sentiste alguna vez una bajada de línea por parte de un medio para el cual escribiste?


- Sí, de hecho en algunos medios no me han publicado notas y me han dicho claramente que esa no era la línea del diario. Una vez me habían pedido una nota sobre la invasión estadounidense a Irak, e inconscientemente, autocensurándome, expuse dos variables de análisis sin tomar partido, y la gente del diario me dijo que hacía falta tomar posición y que ésta debía ser a favor de la invasión, y como me mantuve imparcial la nota no salió.


- ¿A qué le adjudicás la falta de valores éticos en los medios de hoy en día?


- Hay influencia de varias cosas, creo que hay un estado de descomposición general y ni siquiera debe tener límite en Argentina. La formación de los periodistas es bastante pobre y probablemente cada vez peor, los referentes de los periodistas son cada vez peores al igual que la clase política, los profesores o los maestros. Creo que en parte tiene que ver con lo que pasó en los noventa, y en un proceso de 10 o 20 años se empieza a ver una decadencia. A su vez, hay cada vez más una precarización del trabajo, los periodistas y los que escribimos somos cada vez más jóvenes, con peores contratos y situaciones, por una cuestión de experiencia. Un pibe de 20 años puede ser brillante pero tiene 20 años. Y a su vez trabaja tres meses en un medio, después lo echan y se va a otro. También veo una mayor desfachatez en cuanto a la orientación ideológica y a las operaciones de prensa de los grandes medios, si me preguntás la razón no sabría decírtela. Antes las operaciones de prensa eran mucho más solapadas, ahora abrís un diario y enseguida te das cuenta para quién juega. Lo que ayudó a esto son los medios en manos privadas y los monopolios que están vinculados a un sector de la sociedad y que genera un circuito de corrupción muy grande.

- ¿Cómo influyen estos monopolios en la formación de opinión?

- Influye mucho, el fenómeno De Narváez es interesante para analizar por su campaña mediática, un candidato, con un discurso vacío, gana y demuestra que hay un gran control sobre los medios, lo que hace que claramente se puedan cargar un gobierno encima. Lo que vienen son dictaduras mediáticas, ya no hace falta un poder militar, el poder mediático te doblega.

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